Ofertas que traen problemas

OFERTAS QUE TRAEN PROBLEMAS

“Pues el mundo sólo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo”(1 John 2:16 NTV).

El mundo es experto en ofrecernos la luna y las estrellas, pero al final solamente nos trae problemas. Hoy quiero desglosar lo que el Apóstol Juan nos revela en el versículo anterior. ¿Cuáles son las tres ofertas principales que el mundo nos hace y que causan nuestros problemas?

1. El placer físico.

“Pues el mundo sólo ofrece un intenso deseo por el placer físico…” (1 Juan 2:16 NTV)
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El mundo nos soborna a vender nuestra moralidad a fin de obtener un placer físico que sólo es momentáneo.

2. Un deseo por lo que vemos.

“… un deseo insaciable por todo lo que vemos…” (1 Juan 2:16 NTV).

El mundo usa a la comercialización para incitar nuestros sentimientos a fin de crear una necesidad en nosotros por algo. Es por eso que vemos algo en la televisión o en el centro comercial y pensamos que necesitamos un collar o un traje, cuando quizás no lo necesitemos.

3. El orgullo.

“… el orgullo de nuestros logros y posesiones…” (1 Juan 2:16 NTV).

El mundo nos añade valor cuando obtenemos logros o posesiones, pero no nos reconoce por quien somos en realidad. El mundo nos declara ser alguien importante cuando obtenemos un logro como un título, un aumento de salario, o una propiedad. Sin embargo, Dios nos ha dado identidad y, por tanto, somos alguien delante de Él tengamos posesiones o no.

Siempre se nos harán ofertas, pero no todas nos convienen. Entonces,¿cuál es la recomendación que Dios nos da para mantenernos enfocados en lo eterno y no en lo pasajero?

“No amen a este mundo ni las cosas que les ofrece, porque cuando aman al mundo no tienen el amor del Padre en ustedes… Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo; y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto desea; pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre” (1 Juan 2:15-17 NTV).

Piénsalo:
¿Qué ofertas te ha hecho el mundo que te están desenfocando de lo que en verdad es importante?
¿Cómo puedes re enfocar tus pensamientos en lo que es eterno?