TU FE
No debemos depender de la fe de otras personas. Cada quien avanza según su nivel de confianza en Dios y en Su Palabra.De hecho, la Biblia dice, “Pues vivimos por lo que creemos y no por lo que vemos” (2 Corintios 5:7 NTV).
Nuestra fe en Dios lo agrada a Él y, por ende, nos abre puertas de bendición en nuestra vida. La fe es un catalizador que acelera la manifestación de las promesas del Señor para nosotros. Es por eso que Jesús le dijo al hombre, “Levántate y sigue tu camino. Tu fe te ha sanado” (Lucas 17:19 NTV).
Este año tengamos fe en Dios para creer que nuestras familias estarán en victoria, creamos que nos irá mejor en nuestros negocios y nuestros estudios. ¡Llenémonos de tanta fe al punto que creamos que lo mejor está por venir!
Mi fe me dice que este año las promesas de bendición de Dios se cumplirán en mi vida y en mis hijas, creo que Dios tiene planes de bien para mi vida (Jeremías 29:11), que el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi existencia (Salmos 23), y que la gloria del Señor será mayor en mi vida.
Recuerda que la madurez espiritual es el precio que necesitamos pagar a fin de afilar nuestra hacha de fe y ver la gloria de Dios en nuestra vida. La Palabra nos consuela al decirnos lo siguiente, “Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades!” (2 Corintios 4:17 NTV).
En este día de fe para tu día te animo a que no mores en las dificultades pequeñas, porque no durarán mucho tiempo. Usa tu fe, levántate y sigue alcanzando tus metas, porque tu fe te ha bendecido.
Piénsalo:
Si pudieras medir tu fe, ¿Cuánta fe tienes para creer que puedes alcanzar tus metas este año?
¿Qué promesa quieres ver manifestada este año?