No me voy a dejar sacar de quicio

NO ME VOY A DEJAR SACAR DE QUICIO

“El necio muestra en seguida su enojo; el prudente pasa por alto la ofensa” (Proverbios 12:16 DHH).
Hay personas en la vida que nos sacan de quicios, personas que son demandantes, criticonas, descontentas y a veces destructivas. Este tipo de personas pueden causarnos muchos problemas innecesarios, pero en otras ocasiones puede que seamos nosotros quienes sacamos de quicio a los demás.

Hoy les quiero compartir algunos tipos de personas que nos pueden sacar de quicio y cómo lidiar con estas personas. Entonces, ¿Cómo podemos lidiar con las personas que nos sacan de quicio?

1. Rehúsate a ser ofendido.
Nosotros no tenemos control de cómo van a reaccionar las personas con nosotros, pero sí tenemos control de cómo vamos a reaccionar nosotros cuando afrontemos a personas que pueden sacarnos de quicio.

“El necio muestra en seguida su enojo; el prudente pasa por alto la ofensa” (Proverbios 12:16 DHH).
Es fácil ofendernos cada vez que alguien nos presione nuestros botones, pero la Biblia nos enseña que el prudente pasa por alto las ofensas que son lanzadas en su contra, no muestra su enojo en seguida como lo hace el necio.

2. Rehúsate a ser parte del juego.
Muchas veces, las personas deciden jugar el juego de “tu me ofendes a mí yo te ofendo a ti” y están distraídos, se dejan desenfocar, dejan que su familia y su llamado se pierda por estar en la trampa de la ofensa. Rehúsate a ser parte de este juego, no vale la pena.

3. Haz siempre lo correcto.
La ofensa en esta vida es inevitable, sin embargo, somos responsables por guardar nuestro corazón de la falta de perdón, no tenemos control de lo que las personas hagan o digan en contra nuestra, pero sí tenemos el poder para ejercer el domino propio que Dios nos ha dado.

La Biblia dice, “No dejen que el mal los venza, más bien venzan el mal haciendo el bien” (Romanos 12:21 NTV).

Es fácil ofender a quienes nos ofenden, pero Dios nos exhorta a que venzamos el mal haciendo el bien. Oro al Señor que esto se te haga vida. ¡Decide hacer la diferencia en tu familia, en tu matrimonio, en tu lugar de trabajo, aun en tu iglesia y haz siempre lo correcto!

“El necio muestra en seguida su enojo; el prudente pasa por alto la ofensa” (Proverbios 12:16 DHH).

Piénsalo:

¿En cuál área de tu vida has sido parte del juego de la ofensa? ¿Cómo puedes librarte de la trampa que el enemigo ha tendido delante de ti a fin de distraerte de tu propósito?
¿Cuál oportunidad para ofenderte necesitas rechazar en este tiempo?
¿Qué te está pidiendo Dios que hagas para ahorrarte problemas innecesarios?