¿Corazón de María o de Judas?

¿CORAZÓN DE MARÍA O DE JUDAS?

En el corazón del hombre se encuentra una lucha entre la generosidad y el egoísmo. A veces tenemos dentro de nosotros una pequeña María y a veces un pequeño Judas. La voz de María nos dice: “da generosamente”. La voz de Judas grita: “sé egoísta, no seas tonto”.

Uno de los peligros del corazón egoísta es que se vuelve ladrón. Miremos lo que hacía Judas:

“Sin embargo, Judas Iscariote, el discípulo que pronto lo traicionaría, dijo: «Ese perfume valía el salario de un año. Hubiera sido mejor venderlo para dar el dinero a los pobres». No es que a Judas le importaran los pobres; en verdad, era un ladrón y, como estaba a cargo del dinero de los discípulos, a menudo robaba una parte para él”(Juan 12:3-6 NTV).

El segundo peligro es que el corazón egoísta se hace mentiroso.

El tercer peligro es que comienza a crear una serie de excusas para sus mentiras.
A Judas no le importaban los pobres, sino que robaba de lo que entraba en la bolsa.

A veces uno se puede preguntar cómo alguien se podría atrever a robar a Dios, parece inconcebible. Pero muchas personas lo hacen todas la semanas hoy en día. Veamos lo que dice la Biblia:

«¿Habrá quien pueda robarle a Dios? ¡Pues ustedes me han robado! Y sin embargo, dicen: “¿Cómo está eso de que te hemos robado?” ¡Pues me han robado en sus diezmos y ofrendas! (Malaquías 3:8 RVC).

(Paráfrasis del libro “una vida de bendición”).

Piénsalo:
¿Con qué corazón te identificas? ¿Corazón de María, o corazón de Judas? ¿Qué actos de generosidad puedes tener con alguien esta semana? ¿Qué puedes hacer para ser generoso con Dios por todo lo que ha hecho en tu vida?