DEJEN DE QUEJARSE
Nuestra actitud determina los resultados buenos o malos en cualquier situación. Los discípulos estaban frente a Jesús el hacedor de milagros, pero su mentalidad negativa les estaba impidiendo recibir los beneficios de andar con Cristo mismo.
Por eso Jesús les dijo: «Dejen de quejarse»
Las personas quejumbrosas y negativas, se perderán las cosas buenas que se pueden sacar de las circunstancias que están pasando, mientras otros aprovechan las mismas.
Alguien dijo:“que si la vida te tira limones, que hagas limonada”. No te bañes en la tina de jugo de limón porque saldrás con cara arrugada y amargada, mejor has limonada.
Mientras los quejumbrosos se lamentan porque todo lo que tienen son sólo muchos limones, los que tienen actitud optimista usan los limones para hacer limonadas y venderlas, para luego comprar carne asada, salsa, tortillas y unos chilitos jalapeños.
Los de actitud negativa se quejan porque la Biblia dice que nos congreguemos, que sirvamos, que ofrendemos, que oremos, que cantemos. Los de actitud positiva en lugar de quejarse dan gracias por tener una iglesia, un grupo de amigos en su casa de paz, están agradecidos por la oportunidad de servir, ofrendar, orar y poder alabar cantando en alta voz.
No te quejes. No te lamentes. No hagas excusas. Da gracias a Dios en todo. Cree. Vive mirando por fe. Encuentra algo bueno en tus circunstancias y deja que Dios lo haga que obre para bien. (Rom. 8:18 y Rom. 8:28)
Piénsalo:
¿Cuál ha sido tu actitud últimamente? ¿De queja o de agradecimiento?
¿Qué cosas buenas miras en medio de tus circunstancias?
¿Qué oportunidades te has perdido por tener una mala actitud? O ¿Qué beneficios has logrado por tener una buena actitud?