LO TEMPORAL VS LO ETERNO
Hay cosas y lugares que son eternos y otros que son temporales. Por ejemplo, el cielo y el infierno son lugares eternos, pero la tierra y todo lo que hay en ella es temporal.
En este universo sólo existen dos seres eternos y esos seres eternos son Dios y las personas. Todo lo demás en este mundo es pasajero, temporal. Puede que nos encariñemos con los animalitos y nuestras posesiones, pero todo eso no es para siempre.
De la misma manera, existen dos lugares eternos, el cielo y el infierno. Mientras estemos vivos en planeta tierra, tenemos la oportunidad de asegurar la salvación de nuestra alma al aceptar a Cristo como nuestro Señor y Salvador personal. Es ahora, que tenemos el chance de cambiar nuestro domicilio de infierno a cielo.
Tristemente, algunos de nosotros no hemos entendido que todo por lo cual trabajamos aquí en esta tierra es vanidad. Por lo tanto, hay personas que hacen trampas por ganarse el dinero, un auto, una casa, u otras cosas materiales que al final también son temporales.
No estoy diciendo que esté mal trabajar dignamente para obtener bendiciones materiales, lo que estoy diciendo es que no podemos poner nuestra confianza, nuestra identidad, ni tampoco nuestro completo enfoque en aquellas cosas que se nos serán quitadas un día. Al final lo más valioso en esta vida eres tú, tu familia, las personas y Dios.
Habrá tradiciones y culturas que querrán distraerte de lo que realmente importa. Habrá altas y bajas en tu vida que te harán perder de vista lo valioso que son Dios, las personas incluso tú propia vida. Y también habrá argumentos que se levantarán para probar tu fe, pero a pesar de todo eso, necesitas dirigir tu enfoque hacia lo que realmente importa, lo eterno.
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán” (Mateo 24:35 NVI).
Piénsalo:
¿Qué consideras valioso en tu vida en este momento?
¿En qué estás invirtiendo tus fuerzas, tiempo, finanzas y atención? ¿Vale la pena?