NO DEBO TEMER CUANDO DIOS ME DISCIPLINA
Hay consecuencias de las malas acciones que hemos hecho, pero es no significa que debemos vivir atemorizado por el castigo porque cuando vivimos en Dios Él hace que al final todas las cosas obren para bien (Romanos 8:28).
“No temas, mi siervo Jacob, porque yo estoy contigo —dice el Señor—.Destruiré por completo a las naciones donde te envié al destierro, pero no te destruiré a ti por completo. Te disciplinaré, pero con justicia; no puedo dejarte sin castigo” (Jeremías 46:28 NTV).
Los padres terrenales a veces disciplinan con ira y eso a veces ha llevado al abuso infantil, abuso verbal con los gritos y maldiciones, abuso emocional con amenazas y tratos humillantes poniendo miedo en el corazón de los hijos, y no podemos ignorar el abuso físico en muchos lugares donde todavía se considera aceptable golpear a los hijos para corregirlos.
Sin embargo, Dios padre es diferente. Él dice no temas. Te voy a disciplinar, pero lo haré con justicia, lo haré con amor, será para edificación y no para destrucción. Voy a permitir las consecuencias de tu pecado porque eso te hará madurar en tu carácter y si respondes bien a la disciplina te hará crecer, te parecerás más a Cristo, serás más comprensivo con otros, serás menos arrogante y tendrás más humildad. Así que no temas.
Cuando sientas que ya no aguantas, cuando seas tentado a pensar que Dios es malo contigo, solo recuerda que el hijo es disciplinado porque es amado y no desprecies la oportunidad de crecer.
Piénsalo:
Para ti, ¿qué significa ser disciplinado?
¿En cuál área de tu vida te has sentido disciplinado por Dios?