ANTES Y AHORA
“No pasarán el resto de la vida siguiendo sus propios deseos, sino que estarán ansiosos de hacer la voluntad de Dios”. (1 Pedro 4:2 NTV)
Antes disfrutábamos mucho los placeres temporales y carnales de este mundo, pero conforme maduramos, empezamos a vivir con propósito y esto nos hace querer agradar a Dios, deseando hacer su voluntad.
“Ahora, seguimos batallando con los deseos pecaminosos, pero es mucho más grande el deseo de hacer la voluntad de Dios. Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Que tu buen Espíritu me lleve hacia adelante con pasos firmes”. (Salmos 143:10 NTV)
Podríamos ser criticados por nuestras amistades qué no comprenden nuestro estilo de vida, pero aún así deseamos hacer la voluntad de Dios. Gracias Dios por darnos propósito, por abrir nuestros ojos y habernos sacado de la oscuridad en la que andábamos.
“En el pasado, han tenido más que suficiente de las cosas perversas que les gusta hacer a los que no tienen a Dios: inmoralidad y pasiones sexuales, parrandas, borracheras, fiestas desenfrenadas y abominable adoración a ídolos.No es de extrañarse que sus amigos de la vieja vida se sorprendan de que ustedes ya no participan en las cosas destructivas y descontroladas que ellos hacen. Por eso los calumnian” (1 Pedro 4:3-4 NTV).
Piénsalo:
¿De donde te sacó Dios? ¿Cuál es el propósito que Dios te ha dado? ¿Estás haciendo la voluntad de Dios o tu voluntad? ¿Qué beneficios has visto por hacer la voluntad de Dios?