Dios no desprecia a nadie

DIOS NO DESPRECIA A NADIE

Dios es poderoso, ¡Pero no desprecia a nadie! … (Job 36: 5ª NTV)

El miedo a ser conocidos nos hace desconfiados y nos alejamos de otros.

Quizá intentas encubrir tus inseguridades presentando una imagen de que lo tienes todo. Tienes la ropa adecuada, tienes los electrónicos adecuados, tienes el cabello perfecto, conduces el auto adecuado, dices las cosas correctas, utilizas las palabras correctas.

No temamos. Recordemos que Dios no desprecia a nadie.

Una de tus más profundas necesidades del hombre es ser amado. Pero uno de tus más profundos miedos es el de ser visto por lo que realmente eres, o el miedo de ser rechazado.

Si no te sientes amado por Dios, ciertamente no vas a ofrecer amor a nadie más. Si no te sientes amado, no vas a ser amoroso. Es imposible ser amoroso si no te sientes amado.

“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor” (1 Juan 4:18a RVC)

“Dios es poderoso, ¡pero no desprecia a nadie! … (Job 36: 5ª NTV)

Piénsalo:

¿De qué te estás escondiendo hoy debido al miedo? ¿Qué estás fingiendo que no es un problema en tu vida? ¿Cuál es tu miedo de mostrarte como eres? Recuerda, Dios no desprecia a nadie.