El ejemplo de José de Arimatea

EL EJEMPLO DE JOSÉ DE ARIMATEA

“José compró un largo lienzo de lino. Luego bajó el cuerpo de Jesús de la cruz, lo envolvió en el lienzo y lo colocó en una tumba que había sido tallada en la roca. Después hizo rodar una piedra en la entrada” (Marcos 15:46 NTV).

José puso atención al cuerpo de Jesús. Lo miró en la cruz y determinó que no era el lugar donde Jesús debería estar.


Nosotros hoy día, también debemos poner atención al asunto de la cruz. Sabemos que Jesús no está en la cruz, no es su lugar, Él no está muerto, Él está vivo y no debe estar en una cruz de religiosidad, sino, debe ser alguien activo en nuestra vida cotidiana. No tenemos una religión de la cruz, sino una relación con Jesús quien bajó de la cruz.

José lo envolvió en un lienzo y lo colocó en una tumba, un lugar de muertos. Ahora nosotros recibimos a Jesús y lo ponemos dentro de nuestro corazón, un lugar vivo.

José selló la tumba. Nosotros, en cambio, debemos abrir el corazón y compartir con otros el amor y la paz que ahora tenemos dentro de nosotros.

Déjalo salir. Compártelo. Jesús no está muerto en una cruz, ni en una tumba; Él está vivo en nuestro corazón.

“José compró un largo lienzo de lino. Luego bajó el cuerpo de Jesús de la cruz, lo envolvió en el lienzo y lo colocó en una tumba que había sido tallada en la roca. Después hizo rodar una piedra en la entrada” (Marcos 15:46 NTV).

Piénsalo:

¿Hace cuánto que no compartes el amor de Jesús con otros?

¿Cómo puedes aprovechar la oportunidad para compartir la esperanza de Jesús, con alguien en este día?