PRUEBAS Y GENEROSIDAD
¿Cómo podría alguien ser afligido y pobre, pero al mismo tiempo ser generoso y rebosar de alegría? Pues no estoy seguro, pero, eso es lo que sucedía con los hermanos en una región llamada Macedonia.
“Estas iglesias están siendo probadas con muchas aflicciones y además son muy pobres; pero a la vez rebosan de abundante alegría, la cual se desbordó en gran generosidad”
(2 Corintios 8:2 NTV).
Eso sólo lo podemos lograr con la ayuda del Espíritu Santo. Uno de los frutos del Espíritu Santo es el gozo. El gozo de Dios no depende de las circunstancias externas, pues, es algo interno del corazón. Cuando estamos llenos de la Presencia de Dios podemos rebosar de alegría, y aunque tengamos necesidades, de lo que tenemos podemos compartir con otros, ser generosos y tener un corazón compasivo.
Señor, ayúdame para reaccionar así en los tiempos difíciles que a veces vienen a mi vida. Dame tu gracia para pasar la prueba cuando soy afligido, atacado, malentendido, o criticado. Quiero ser alguien que no me llene de amargura ni resentimientos ante las adversidades, quiero que mi corazón no cambie por causa del odio en este mundo. Quiero ser una persona que puedo seguir viendo a las personas con amor como tú las miras, quiero ser capaz de sentir la compasión.
Seré más generoso cuando esté siendo probado. Repeleré el resentimiento con la generosidad. Cuanto más me vea atacado más generoso seré. Que el diablo sepa que si me provoca problemas, lo único que va a conseguir es que yo voy a sacar lo mejor de mí.
Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡Nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! (2 Corintios 4:17 NTV).
Piénsalo:
¿Qué pruebas estás pasando en este momento?
¿Piensa en alguna persona que conozcas que este pasando mayor necesidad que tú y a la cual puedas bendecir esta semana?
¿Qué acto de generosidad pudieras hacer por alguien este día?