Quiero dar buenas noticias

QUIERO DAR BUENAS NOTICIAS

Poco después, Jesús comenzó un recorrido por las ciudades y aldeas cercanas, predicando y anunciando la Buena Noticia acerca del reino de Dios. Llevó consigo a sus doce discípulos. (Lucas 8:1 NTV)

Veo cuatro cosas en este pasaje. Hoy les compartiré dos de ellas y mañana las otras dos.

1. Lo primero que noto en este pasaje, es que Jesús hacía viajes recorriendo diferentes lugares.

Hoy nosotros no necesitamos viajar muy lejos, pero podemos llevar buenas noticias a nuestros vecinos, compañeros de escuela, de trabajo, o a nuestros familiares.

2. Lo segundo que veo, es que llevaba buenas noticias.
¡Cuán necesitados estamos de buenas noticias en este mundo actual!
La mayoría de las historias que vemos en televisión, las noticias, y medios sociales en línea, tienen que ver con situaciones tristes o trágicas. Son reportajes amarillistas que explotan la tragedia humana.

Señor, dame la habilidad de poder ser alguien que traiga buenas noticias a donde quiera que vaya. Permíteme ser un instrumento en tus manos.
Ayúdame a ser alguien que no traiga tristeza a las personas que platican conmigo. Dame la gracia para no ser una persona tóxica a los demás, sino ser alguien que les inspira, anima, y les fortalece.
Quiero ayudar a las personas para que vean que Dios tiene un gran propósito para ellos y que tiene planes de bien y no de mal para sus vidas.

Quiero ayudarles a que se mantengan llenos de fe y esperanza, que puedan ver todo con optimismo durante todo el año, para que obtengan el cumplimiento de las promesas de Dios en su vida, las respuestas sobrenaturales, los milagros, los casos legales resueltos a su favor, su bendición espiritual, familiar, social y financiera.
En nuestros tiempos de oración pidámosle a Dios que Él nos use y que podamos ser de bendición para todas las personas a nuestro alrededor, que use nuestros labios para ser portadores de buenas noticias, que nuestras palabras edifiquen a otros y que su Palabra esté en nuestra boca siempre.

Continuará…

Poco después, Jesús comenzó un recorrido por las ciudades y aldeas cercanas, predicando y anunciando la Buena Noticia acerca del reino de Dios. Llevó consigo a sus doce discípulos. (Lucas 8:1 NTV)

Piénsalo:

¿Hace cuánto no compartes las buenas noticias con alguien?
¿A quién has visto triste o desanimado en tu lugar de trabajo o vecindario y que pudieras llevarle una palabra de bendición y compartirle las Promesas de Dios?
¿Qué persona conoces que a causa de los problemas ha perdido la fe, que pudieras orar por ella y motivarla a que siga creyendo que Dios es un Dios de milagros?