LA SOLUCIÓN AL TEMOR
Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina. (2 Timoteo 1:7 NTV)
Hoy aprenderemos la solución que Dios nos dejó en su Palabra para vencer el temor:
SOLUCIÓN:
Aplicar lo que Dios nos ha dado:
1. Su poder sobrenatural.
Él nos da su gracia, que es el poder sobrenatural de Dios para ser lo que humanamente no pudiéramos ser y para hacer lo que en nuestras propias fuerzas no pudiéramos hacer.
2. Su amor.
Debo aceptar que Dios me ama incondicionalmente. Hace ya mucho tiempo, el Señor se hizo presente y me dijo: «Yo te amo con amor eterno. Por eso te he prolongado mi misericordia. (Jeremías. 31:3 RVC)
Debo tratar a otros con el mismo amor con el que Dios me ha tratado.
El amor hace que una persona sacrifique sus propios intereses por el beneficio de otros. Así será más fácil solucionar cualquier problema matrimonial, laboral o ministerial.
El amor hace que desaparezca el temor. “En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios”. (1 Juan 4:18 NTV)
Cuando yo era un adolescente miré a una madre pasar por encima del fuego para sacar a su bebé que estaba en la alcoba de una casa que se incendió. Este es un ejemplo perfecto de como el amor de madre le ayudó a vencer todo temor.
3. Dominio propio o autodisciplina.
Debo vivir por convicciones no por emociones.
Yo soy lo que Dios dice que yo soy, yo tengo lo que Dios dice que yo tengo y yo puedo hacer lo que Dios dice que yo puedo hacer.
Dios dice que “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. (Filipenses 4:13)
Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina. (2 Timoteo 1:7 NTV)
Pídele a Dios en tus tiempos de oración que te envista de Su Poder, Su Amor y te de dominio propio a través de Su Espíritu Santo para que puedas lograr todo aquello para lo cual Él te creó.
Piénsalo:
Al conocer la solución que Dios nos dejó para vencer el temor: ¿Qué harás diferente, que no te habías atrevido hacer? ¿Qué crees que puedes lograr no en tus fuerzas, sino con la gracia de Dios? ¿Qué diferencia hace en tu vida saber cuánto te ama Dios?