UNA CLARA DISTINCIÓN
…Los hogares egipcios se llenarán de moscas, y el suelo quedará cubierto de ellas. Pero esta vez haré una excepción con la región de Gosén, donde vive mi pueblo. Allí no habrá moscas. Entonces sabrás que yo soy el Señor, y que estoy presente incluso en el corazón de tu tierra. Haré una clara distinción entre mi pueblo y tu pueblo. Esta señal milagrosa ocurrirá mañana. (Éxodo 8:21-23 NTV)
En la Biblia encontramos la historia de cuando Dios mandó diferentes plagas a Egipto para que el Faraón dejara en libertad a Su pueblo, y en este versículo habla de cuando mandó moscas, pero hubo una clara distinción entre lo que hizo con los egipcios y con sus hijos.
Los hogares de los egipcios se llenaron de moscas. El suelo estaba repleto de éstas, el dormitorio saturado con el ruido de moscas volando, el comedor y la cocina no se podían utilizar, la gente tenía asco y hambre.
Pero en la región donde vivía el pueblo de Dios había limpieza, comida y paz
Así está el mundo el día de hoy. Los hogares y lugares de trabajo están llenos de moscas que representan la maldad. Las moscas hablan de las cosas que roban la paz del matrimonio en la alcoba y roban la paz con los hijos en el comedor
Las moscas hablan del asco que sienten algunas personas por su mundo, pierden la esperanza y terminan suicidándose o abandonándose en el alcohol porque sienten que no hay esperanza
Pero también hay un lugar donde se nota una gran diferencia: la iglesia, la familia del Señor.
En nuestros hogares las moscas de los espíritus inmundos y la suciedad e infecciones emocionales que traen éstas, han sido echadas fuera de nuestra vida
La oscuridad causada por las moscas en las ventanas, ha sido reemplazada por la luz de Cristo en nuestros hogares
El mundo puede estar mal oliente de tantas moscas, pero siempre se verá una diferencia en el pueblo de Dios.
Pero esta vez haré una excepción con la región de Gosén, donde vive mi pueblo. Allí no habrá moscas… Haré una clara distinción entre mi pueblo y tu pueblo. Esta señal milagrosa ocurrirá mañana’” (Éxodo 8:22-23 NTV)
Piénsalo:
¿En qué área de tu vida sientes que hay moscas?
¿Ya eres un hijo de Dios? ¿Ya le entregaste tu vida a Cristo?
¿Qué diferencias Dios hizo en tu vida desde que le entregaste tu vida a Jesús?