EL CRECIMIENTO PUEDE PRODUCIR DESCONTENTO.
Al multiplicarse los creyentes rápidamente, hubo muestras de descontento. Los creyentes que hablaban griego se quejaban de los que hablaban hebreo diciendo que sus viudas eran discriminadas en la distribución diaria de los alimentos. (Hechos 6:1 NTV)
Cuando alguna organización crece rápidamente puede traer consigo nuevos retos. Especialmente si el crecimiento es acelerado.
Cuando un hogar se expande produce beneficios, pero también nuevas responsabilidades. No es la misma dinámica en un hogar formado sólo por el matrimonio y otro donde hay cuatro niños.
Un matrimonio puede ser bendecido con el crecimiento de una empresa, pero si no se usa la sabiduría puede también producir estrés y descontento en un matrimonio que ya no tiene tiempo para la familia.
Lo importante en estos casos no es centrarnos en el descontento, sino en las soluciones.
Los apóstoles rápido desarrollaron un plan para organizarse y seguir gozando del crecimiento.
1. Buscaron personas idóneas que estaban interesadas en el bienestar del equipo, de la iglesia. Debían ser llenos del Espíritu Santo. (Hechos 6:3-4)
2. Buscaron personas que amaran a la gente. El objetivo era cuidar de las personas.
3. Delegaron organizadamente las tareas para que las personas pudieran estar bien cuidadas.
4. Pusieron prioridades y se dedicaron a aquello en lo que eran buenos. Se dedicaron a su llamado. Se posicionaron en su nicho. Maximizaron sus dones. Y dejaron que otros brillaran en el departamento de cuidado a las mujeres. (Hechos 6:4)
Resultado: Relaciones saludables. Cuidado de las personas. Crecimiento continuo de la Iglesia.
Al multiplicarse los creyentes rápidamente, hubo muestras de descontento. Los creyentes que hablaban griego se quejaban de los que hablaban hebreo diciendo que sus viudas eran discriminadas en la distribución diaria de los alimentos. (Hechos 6:1 NTV)
Piénsalo:
¿Hay algún descontento en tu vida por las muchas ocupaciones? ¿Pudieras delegar ciertas funciones que no es necesario que tú hagas, ya sea en el hogar o ministerio? ¿Estás haciendo lo que te hace feliz? ¿Tienes un orden de prioridades en tu vida?