Site icon Pastor Guillermo Jiménez

Clama, obedece y agradece

CLAMA, OBEDECE Y AGRADECE

«Mientras Jesús seguía camino a Jerusalén, llegó a la frontera entre Galilea y Samaria. Al entrar en una aldea, diez leprosos se quedaron a la distancia, gritando: —¡Jesús! ¡Maestro! ¡Ten compasión de nosotros!  Jesús los miró y dijo: —Vayan y preséntense a los sacerdotes. Y, mientras ellos iban, quedaron limpios de la lepra. (Lucas 17:11-14 NTV).

1. Clama. Aunque había multitudes y los leprosos estaban lejos, pero cuando ellos gritaron clamando; Jesús al ir caminando los escuchó, escuchó que alguien intercedía, que alguien clamaba en la mañana antes de ir a trabajar, antes de irse a la escuela y aunque Él iba en su trayectoria, pero cuando un joven o un adulto, hombre o mujer, comienzan a clamar, entonces Jesús los mira, tiene compasión y les responde.

2. Obedece.  Jesús sólo les dijo: vayan y preséntense con los sacerdotes. ¡Eso no tiene lógica! Pero ellos no lo cuestionaron, dice el versículo: “y mientras ellos iban”, esto significa que obedecieron, que tomaron un paso de fe, un paso de acción; o sea que cuando sintieron algo en su corazón y sintieron que tenían que servir a Dios no lo cuestionaron, simplemente obedecieron. Mientras vas en el camino en obediencia, Dios te responde. Mientras ellos iban caminando quedaron sanos, limpios de la lepra.

3. Sé agradecido. Entonces ellos vieron que estaban sanos, se sintieron libres y dijeron: “oye me siento libre de mi adicción, mi matrimonio estaba medio leproso y de repente como que ya no está leproso, se está restaurando, se está limpiando” todos los demás vieron; pero sólo uno al verse limpio, regresó a Jesús. No se regresó a la cantina, no se regresó de donde Dios lo había sacado. Hay tanta gente en este mundo que Dios ha perdonado, que ha sacado de diferentes cosas, pero que lástima que muchos no se acuerdan quien los sanó o ayudó.

Uno de ellos, cuando vio que estaba sano, volvió a Jesús, y exclamó: «¡Alaben a Dios!». Y cayó al suelo, a los pies de Jesús, y le agradeció por lo que había hecho” (V.15).

Piénsalo:

¿Qué situación estás pasando que requiere que comiences a clamar a Dios?
¿Te ha pedido Dios algo que no tiene sentido?
¿En qué área pudieras servir a Dios por todo lo que Él ha hecho en tu vida?

Exit mobile version