¿Cuál estará más agradecido?

¿CUÁL ESTARÁ MÁS AGRADECIDO?

.. vivía en aquel pueblo una mujer que tenía fama de pecadora…se presentó con un frasco de alabastro lleno de perfume. Llorando, se arrojó a los pies de Jesús de manera que se los bañaba en lágrimas. Luego se los secó con los cabellos; también se los besaba y se los ungía con el perfume. (Lucas 7:37-38 NVI)

Los teólogos han llegado a la conclusión que la mujer que ungió los pies de Jesús era una prostituta. Cuando ella se dio cuenta que ahí estaba Jesús, ella se abrió camino, agarró su perfume más fino, eso significa nuestra actitud más fina, nuestra adoración más fina, y sus lágrimas le caían en los pies de Jesús.

Solo Dios sabía la carga de esa mujer, quizá ya estaba harta de su vida. Jesús le perdonó todos sus pecados y había un tremendo agradecimiento en ella.

Por esto te digo: si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido perdonados. Pero a quien poco se le perdona, poco ama. Entonces le dijo Jesús a ella: —Tus pecados quedan perdonados. (Lucas 7:47-48 NVI)

Poco perdón, poco agradecimiento, pero al que mucho se le perdona hay mucho agradecimiento. Al que se le perdona poco, ama poco, poco sirve, poco agradece.

Hay 4 cosas en una persona agradecida:

  1. Hay generosidad. Esta se transforma en generosa. La mujer trajo el mejor perfume.
  2. Servicial. Con gusto pone sus dones y habilidades al servicio de Dios.
  3. Amabilidad. Ella le besó los pies a Jesús.
  4. Memoria. No olvida las bendiciones recibidas. Un corazón agradecido no olvida.

 

.. vivía en aquel pueblo una mujer que tenía fama de pecadora…se presentó con un frasco de alabastro lleno de perfume. Llorando, se arrojó a los pies de Jesús de manera que se los bañaba en lágrimas. Luego se los secó con los cabellos; también se los besaba y se los ungía con el perfume. (Lucas 7:37-38 NVI)

Piénsalo:

¿Cuánto te ha perdonado Jesús?
¿Qué perfume le has dado a Jesús después de todo lo que te ha perdonado?
¿En qué área puedes servirle a Dios con tus dones por agradecimiento?
¿Estás disponible cuando se trata de servirle a Dios?