CUANDO DEJAMOS DE SERVIR A DIOS
He visto personas que por un tiempo alinean su vida a Dios y les comienza a ir bien, pero luego regresan a sus viejos estilos de vida, y vuelven a ser esclavos de sus viejos hábitos destructivos.
Hay algo en el ser humano que le inclina a volver a hacer lo malo. Veamos lo que le pasaba al pueblo de Dios.
¿Durante cuántos años estamos dispuestos a sufrir por apartarnos de Dios?
El problema es que cuando dejamos de servir a Dios perdemos nuestro propósito y lo único que nos queda es el sufrimiento.
Solución: la continua obediencia me trae continuas bendiciones. Deut. 28:2-14
Señor, decido servirte el resto de mis días.
Mi deseo es hacer tu voluntad y cumplir con Tu propósito para mi vida.
Señor ayúdame a servirte de buena voluntad con alegría y gozo.
Piénsalo:
¿Habías servido a Dios y dejaste de servir?
¿Has visto la diferencia en tu vida entre servir y no servir a Dios?
¿Sigues sirviendo a Dios con alegría y gozo?