¿DÓNDE ESTÁN LOS DEMÁS?
Jesús sanó a un grupo de leprosos, pero no regresaron todos a agradecerle, sino sólo uno. Jesús preguntó: ¿Dónde están todos los que un día me pidieron ayuda para que les sanara su matrimonio? Se los sané, pero ¿Dónde están? ¿Dónde están aquellos que un día pidieron por un hijo, por un padre, por un hermano? y ahora que les digo: “sírvanme” ¿Dónde están? ¿Dónde están los agradecidos? ¿Dónde está el resto?
De esta historia aprendemos tres cosas:
1.- Muchas personas piden ayuda. La necesidad es grande. Todavía hay miles de personas que necesitan todo lo que tú y yo tenemos, todavía hay jóvenes y niños con lepra, hay muchas personas con necesidad, niños que están siendo abusados por adultos, etc. muchas son las personas que piden ayuda a Dios.
2.- Dios responde muchas de nuestras peticiones. ¿A cuántos les ha respondido Dios una petición? ¿A cuántos les ha respondido más de una petición? Dios siempre responde. Puedo clamar a Él y Él me responderá, así dice Jeremías 33:3
Dios sigue respondiendo muchas de nuestras peticiones, y si aún no ha respondido tu petición, espérala y por adelantado dale gracias, que la respuesta viene en camino.
3.- Pocos son los que agradecen en verdad. ¿Dónde están? Dice Jesús “¿Dónde están todos aquellos que les respondí cuando me pidieron ayuda por un problema legal y se los resolví a su favor aun en contra de la lógica? ¿Dónde están?” Vivamos con una actitud de agradecimiento, que no se nos olvide que muchas son las necesidades, pero muchas son las peticiones que Dios nos contesta.
Piénsalo:
¿Qué ha hecho Dios en tu vida?
¿Cuántas veces ha respondido a tus oraciones?
¿De qué manera puedes agradecerle a Dios por haber contestado a tu clamor?