Site icon Pastor Guillermo Jiménez

Un buen mentor

UN BUEN MENTOR

Cuando Moisés murió, tenía ciento veinte años de edad; pero sus ojos nunca se le nublaron, ni perdió su vigor. (Deuteronomio 34:7 RVC)

Moisés fue un hombre de oración, temeroso de Dios, servicial, humilde y un gran mentor con mucho amor por las personas, y miraba a Dios cara a cara. Todas estas características provocaron lo siguiente:

1. Moisés llegó a viejo vigoroso, no murió de enfermedad. 

Cuando Moisés murió, tenía ciento veinte años de edad; pero sus ojos nunca se le nublaron, ni perdió su vigor. (Deut. 34:7 RVC)

2. Moisés fue extrañado. Un buen mentor será extrañado, no sólo recordado.

Los hijos de Israel lloraron a Moisés en los campos de Moab durante treinta días. (Deut. 34:8 RVC)

3. Moisés fue un buen mentor y dejó un legado.

 Como Moisés puso sus manos sobre Josué hijo de Nun, éste fue lleno de espíritu de sabiduría, y los hijos de Israel le obedecieron e hicieron lo que el Señor le había ordenado a Moisés. (Deut. 34:9) 

Todos somos mentores de alguien. Asegurémonos de ser mentores ejemplares, de impartir a otros todo lo que Dios nos ha dado y dejar un legado de bendición a muchos Josués.

Piénsalo:

¿Si murieras hoy, por qué cosas crees que serías recordado o extrañado? ¿Qué estás haciendo o qué vas a hacer para dejar un legado de bendición? ¿En quién estás impartiendo todo lo que Dios te ha dado?

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