¿CÓMO PUEDES PERDER EL ÉXITO LOGRADO?
El Señor le quitó el liderazgo a Saúl y se lo dio a David.
Nosotros los seres humanos no podemos dar por sentado que lo que hemos logrado lo mantendremos automáticamente. No debemos “acomodarnos” y sentarnos bajo una palmera tomando un coco una vez que llegamos a cierto éxito espiritual, familiar o financiero. ¡No! Debemos mantener el enfoque, la visión, el propósito de nuestra vida. Debemos mantenernos frescos para que no nos sequemos y nos volvamos irrelevantes.
¿Qué actitudes causan que Dios nos quite algunos privilegios que nos había confiado? ¿Qué puede llevar a una persona a perder todo lo que le había costado años lograr?
1. La desobediencia a Dios. Saúl desobedeció al no seguir las instrucciones de Dios, desobedeció al consultar a una adivina, desobedeció al no esperar al Profeta Samuel para que ofreciera un sacrificio y tomó el lugar del profeta, una función que no le correspondía.
2. La obediencia parcial.
3. La rebelión.
4. La falta de disciplina personal. Si te corren del trabajo por qué no tienes disciplina y porque no eres organizado, no puedes culpar a Dios.
5. La pereza. Algunas personas se acomodan y dejan de hacer las cosas que los llevaron a donde han llegado. La Biblia dice que el que no trabaja que no coma. (2 Tes. 3:10)
¿De los cinco puntos en cuál crees que tienes que trabajar para no perder tus privilegios? ¿Has logrado el éxito en alguna área y te has acomodado?
¿Qué necesitas comenzar a hacer para mantenerte enfocado y no volverte irrelevante?