CONSECUENCIAS DE LAS DESILUSIONES
El diablo nos manda flechas incendiarias, que son las desilusiones que sufrimos cuando alguien o algo no llena nuestras expectativas, y si nos dejamos afectar logra su propósito porque vienen las siguientes consecuencias:
1. Las decepciones te causan desánimo. Ya no quieres pelear por tu matrimonio. Ya no tienes energía para estudiar, etc.
2. Abren las puertas al espíritu de depresión, desaliento, tristeza crónica, amargura, suicidio, muerte. etc.
3. Matan tu fe y roban tus expectativas. Ya no hay sueños, ni visión. Habías llegado con tanta ilusión y después te desilusionan y pierdes todo eso: “que servir a la iglesia ni que nada, que ganar almas ni que nada”. No tienes fuerzas para servir, ni para orar.
4. Enferman la mente y el alma. Se te cierra la mente y viene el pánico a tu vida.
Le das lugar a la depresión, y esta trae una profunda tristeza, abatimiento, falta de fuerzas para salir adelante, sientes que se te cierra el mundo, la mente. Todo lo miras negativo, has perdido la visión, el diablo te roba tus sueños. Porque alguien te falló piensas que alguien más te fallará. Te autocondicionas para morir, comienzas a entrar en una modalidad de destrucción.
Pero Jesús vino a decirte que no temas, porque cualquiera que sea tu problema tiene fecha de expiración, no durará para siempre, lo que dura para siempre es la Palabra Dios. No debes darte por vencido. Jesús te dice: “Confía que yo he vencido al mundo”.
Piénsalo:
¿Le has dado lugar a la depresión en tu vida por una desilusión?
¿Has dejado que las desilusiones te enfermen emocionalmente?
¿De qué manera te ayuda el saber que tus problemas tienen fecha de expiración?