NO SUFRAS LAS FIEBRES AJENAS
Hay personas sabias y hay personas necias en este mundo. Muchos hemos cometido errores, pero algunos aprendemos de ellos, mientras otros deciden seguir cometiendo los mismos errores, y no hacen caso de ningún consejo, pero después vienen a nosotros a pedirnos ayuda por los líos en que se meten.
Hay un dicho que va así, “En lugar de darle a alguien un pescado, mejor enseñémosle a pescar”. Está bien ayudar a los demás con sus problemas, pero no nos hagamos responsables por resolverles los conflictos todo el tiempo. No es saludable para nosotros.
Si los proteges de ellas una vez, tendrás que volver a hacerlo. (Proverbios 19:19 NTV)
Recuerde que usted no es Dios. No podemos controlar asuntos que ni Dios controla, ni podemos cambiar u obligar a personas a quienes ni Dios trata de cambiar u obligar a hacer algo.
Muchas veces nos estresamos por las dificultades que pasan las personas que apreciamos, pero estresarse es inútil. No podemos permitir que las dificultades de ellos se conviertan en nuestra responsabilidad.
Aprendamos a poner límites a las personas tóxicas, y pidámosle a Dios que nos ayude a no tomar responsabilidad de las consecuencias de las malas decisiones que otros tomaron.
Piénsalo:
¿Has estado llevando cargas que no te corresponden?
¿Te has metido en problemas por resolverle a otros sus problemas?
¿De qué manera crees que te ayudaría el poner límites a las personas tóxicas?