Site icon Pastor Guillermo Jiménez

Cuando esperas en el Señor

CUANDO ESPERAS EN EL SEÑOR

Con paciencia esperé a que el Señor me ayudara… (Salmos 40:1 NTV)
Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos… (Salmos 40:2 RV60)

Permíteme explicarte frase por frase de este versículo.


1.- Me hizo sacar del pozo de la desesperación.
Esto habla de ayudarte a salir de la confusión. Cuando una persona se está ahogando, se desespera, se llena de pánico y en su confusión hasta puede ahogar a alguien más que lo está tratando de salvar. Un cónyuge desesperado puede ahogar a otros en su hogar cuando está desesperado y confundido. La buena noticia: Dios te quiere sacar de ese pozo si estás pasando por una situación similar.

2.- Del lodo cenagoso. El lodo habla de cosas que pueden ensuciar tu reputación y tu carácter. Una persona confusa por el dolor o el odio a veces empeora su situación y se enloda en cosas como adicciones, robo, adulterio, mentiras, etc.

3.- Puso mis pies sobre peña. Esto habla de afirmación, El lodo habla de un lugar donde no tienes firmeza, donde otras personas te pueden hacer resbalar fácilmente. Pero Dios dice que Él pone tus pies sobre roca donde te sientas seguro en la vida. No importa que otros te critiquen o te quieran destruir, Dios te afirma y te pone en alto.

4.- Enderezó mis pasos. Esto habla de propósito. Habla de darte dirección cuando tus pasos iban en la dirección equivocada. Muchas personas en su desesperación se desvían del buen camino, se convierten en personas problemáticas en la sociedad, se vuelven improductivos, deambulan por la vida. Ya no viven, solo existen.

Pero Dios te vuelve a dar propósito en la vida. Dejas de pasar por el mundo sin saber para qué existes. Comienzas a ver con claridad para qué naciste y te haces una persona productiva y además disfrutas la vida.

Con paciencia esperé a que el Señor me ayudara… (Salmos 40:1 NTV)
Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos… (Salmos 40:2 RV60)

Piénsalo:

¿Qué situación te estabas desesperando y que necesitas entregarla a Dios?

¿Hay algo que estabas empezando a hacer que no es saludable para ti o para tu familia?

¿De dónde necesitas que Dios te rescate?

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