Dios no me ha hecho nada malo

DIOS NO ME HA HECHO NADA MALO

Oh pueblo mío, ¿Qué te he hecho? ¿Qué he hecho para que te canses de mí?
¡Contéstame! Yo te saqué de Egipto… para ayudarte. (Miqueas 6:3-4. NTV)

 

Cuando llegan momentos de desilusión a nuestra vida debemos cuidarnos de no enojarnos con Dios por nuestros problemas.

Dios no me ha hecho nada malo, sólo me ha hecho bien. Él no es el autor del mal.

En lo personal, he observado que mis dificultades a veces son producto de mis malas decisiones, pero no de Dios. Otras ocasiones mi dolor y enojo han sido causados por personas tóxicas, ineptas, ignorantes, o malintencionadas, pero no por Dios.

Oh pueblo mío, ¿Qué te he hecho? ¿Qué he hecho para que te canses de mí? ¡Contéstame! Yo te saqué de Egipto y te redimí de la esclavitud. Envié a Moisés, a Aarón y a Miriam para ayudarte. (Miqueas 6:3-4. NTV)

Cuando llegan estos momentos de coraje, dolor, o desilusión, tomo un tiempo en mi oración para recordar y agradecer a Dios por todas las cosas buenas que Él ha hecho conmigo. Esto me ayuda a no clavar mis pensamientos en lo malo que sucedió, sino en todos los beneficios que he recibido.

Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí. (Salmos 103:2 NTV)

Dios, ¿Qué me has hecho? No me has hecho ningún mal, sólo bien.

Piénsalo:

¿Has culpado a Dios por las cosas malas que te suceden?
¿Qué cosas buenas ha hecho Dios en tu vida?
¿Tomas un tiempo diario para agradecer a Dios por todo lo bueno que ha hecho en tu vida?