“GOLPEA” Y NO TE DETENGAS
Y… le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo.
Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria. (2 Reyes 13:18-19 NTV)
Debemos aprender a desarrollar la persistencia para lograr nuestros objetivos.
Aquí vemos que el rey se detuvo después de haber golpeado la tierra tres veces, pero el profeta le dice, en otras palabras, que debía haber persistido y que su triunfo hubiera sido total.
Permítame aplicar la palabra “golpea” como el acto de persistir.
Asimismo, nosotros en la vida necesitamos persistir en aquellas tareas que Dios nos ha encomendado en esta vida.
Muchas veces dejamos de insistir porque hemos cometido errores, o porque algo no salió bien el día anterior, o porque nos sentimos incapaces.
Ha habido domingos en los que yo me he sentido mal porque cometí errores en mi predicación, o porque no me salió bien mi trabajo pastoral, y el próximo día me llegan pensamientos de duda, me cuestiono si soy la persona adecuada para liderar una iglesia tan influyente, si en realidad podría ser un buen pastor o predicador, etc. Pero Dios me recuerda la persistencia. Casi como que dice: “golpea” sigue trabajando. ¡Vuélvelo a intentar!
Si lo que estamos tratando de hacer está dentro de la perfecta voluntad de Dios, entonces debemos de esforzarnos y no permitir que el temor o el fracaso nos desanime.
Debes seguir “golpeando” la tierra hasta que Dios te dé el éxito total en tu familia, en tu empresa, tus estudios universitarios, tu carrera o tu ministerio. ¡Persiste hasta alcanzar la victoria total!
Y… le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo.
Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria. (2 Reyes 13:18-19 NTV)
Piénsalo:
¿En qué proyecto necesitas seguir insistiendo?
¿Qué proyecto has dejado a la mitad o en que habías tirado la toalla a causa del desanimo o el temor?
¿Qué tienes que hacer para lograr el éxito en aquello que Dios te ha encomendado?