CUANDO SE HIZO PODEROSO
Uzías cuando se hizo poderoso también se hizo orgulloso.
Uno de los peligros de los seres humanos cuando llegamos a tener éxito, es que podemos volvernos orgullosos y tender a vivir como si no necesitáramos de Dios.
Dios desea que seamos bendecidos en todo, Él no tiene problema en que seamos prosperados, pero nuestro reto es mantenernos humildes reconociendo que toda buena dádiva viene de Él.
Recordemos que, si Dios nos bendice, nos prospera y nos da éxito, debemos mantenernos humildes, seguir siendo humanos y amables con los demás, pues:
1. Toda bendición viene de Dios.
2. Solo somos administradores.
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. (1 Pedro 4:10 RV60)
3. Nos bendice para ser de bendición a otros.
Piénsalo:
¿Te ha bendecido Dios?
¿Qué puedes hacer para no olvidarte que todas tus bendiciones vienen de Dios?
¿De qué manera crees que puedas compartir tus bendiciones con otros?