POR QUÉ LOS MALOS PROSPERAN Y LOS BUENOS SUFREN
Parte 1
Hay dos preguntas que a veces nos hacemos:
- Primero. ¿Por qué les suceden cosas malas a las personas buenas?
- Segundo, ¿Por qué las personas malas tienen cosas buenas?
Las injusticias no son algo nuevo, esto mismo sucedía en el tiempo de Jeremías, y es por eso, que él exponía su queja ante Dios:
¿Por qué son tan felices los malignos? Tú los has plantado, y ellos echaron raíces y han prosperado. Tu nombre está en sus labios, aunque estás lejos de su corazón. (Jeremías 12:1-2 NTV)
1. A Dios no le molesta que le mencionemos estas frustraciones en nuestras oraciones. Si el profeta Jeremías lo hacía, nosotros también lo podemos hacer.
Ya que el callar acumulando en nuestro interior las emociones como el enojo, la tristeza, o el miedo enfermará nuestro corazón. Es mejor desahogarnos con Dios y de esa manera Él traerá paz a nuestro corazón.
Piénsalo:
¿Te has hecho alguna de estas dos preguntas?
¿Te has sentido frustrado por las injusticias?
¿Crees que el hablar con Dios de tus frustraciones es mejor que guardártelas?