Site icon Pastor Guillermo Jiménez

Se permite quejarse

SE PERMITE QUEJARSE

Luego dije: —¡Qué aflicción tengo, madre mía! ¡Oh, si hubiera muerto al nacer!
En todas partes me odian. No soy un acreedor que pretende cobrar,
ni un deudor que se niega a pagar; aun así, todos me maldicen. (Jeremías 15:10 NTV)

Jeremías se quejó.
Muchas veces procuramos tratar de vivir con integridad, haciendo el bien y siendo justos, pero aun así nos vienen problemas, por lo que causa que:

1. En ocasiones nos sintamos hastiados de tantos problemas que tenemos que resolver continuamente y nos podemos ver tentados a quejarnos con Dios.
La buena noticia es que Dios no se enoja por eso, no somos los únicos que nos hemos sentido así y quejado, de hecho, si el gran profeta Jeremías lo hizo, creo que nos da permiso para desahogarnos con Dios.

2. La respuesta de Dios fue de ánimo para su cansado profeta y así mismo nos fortalece a ti y a mi hoy día.

El Señor respondió: —Yo cuidaré de ti, Jeremías; tus enemigos te pedirán que ruegues a su favor en tiempos de aflicción y angustia. (Jeremías 15:11 NTV)

3. Confianza. Jeremías nunca perdió su confianza en Dios. Más bien, le dijo algo así: “Señor tú sabes lo que haces y yo confío en ti, solo dame vida para seguir predicando tu Palabra”.

Luego dije: —Señor, tú sabes lo que me sucede. Por favor, ayúdame. ¡Castiga a mis perseguidores! Por favor, dame más tiempo; no dejes que muera joven. Es por tu causa que sufro. (Jeremías 15:15 NTV)

Piénsalo:

¿Te has sentido agobiado porque te esfuerzas por hacer lo bueno y te vienen problemas?
¿Has tenido ganas de quejarte con Dios por los problemas?
¿De qué manera crees que te ayudará el desahogarte con Dios?

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