Los tiempos el día de hoy son muy ajetreados, muy acarrereados, imagínate en un tiempo en el que estas carretas eran el medio de transporte, en ese tiempo la vida era un poco más calmada, más tranquila, la gente tenía un poco más de interacción entre sí mismos, pero bueno, ahora la pregunta es:
¿Cómo le hacemos para mantener una actitud amable, un espíritu afable, tierno, ser corteses para con las personas?
Yo les he compartido algunas cosas, pero una de ellas que a mí me ha ayudado muchísimo es todos los días autorecordarme algunas palabras que son claves de ¿Quién yo quiero ser?
No necesariamente es lo que soy, porque a veces pierdo la paciencia, de pronto me enojo, de pronto no soy quien quiero ser, pero entonces, ¿qué es lo que hago? me autorecuerdo el tipo de persona que quiero ser y por ejemplo: en mi teléfono yo me pongo recordatorios, cuatro veces al día yo me pongo las palabras: amor, amabilidad, gozo y congruencia.
- Eso quiere decir que todos los días me recuerdo que yo necesito ser amoroso con las personas, con mi familia, en el trabajo, en la iglesia, en donde ande.
- Necesito ser amable, independientemente de si son amables conmigo o no, yo eso quiero ser.
- Necesito gozar, quiero recordarme que no importa que tan difícil sea el día, cuantos contratiempos tenga, cuantas dificultades a veces enfrentamos que nos roban el gozo, no, yo me ruerdo que quiero tener gozo y quiero disfrutar lo que haga en la vida, incluyendo lo que estoy haciendo el día de hoy y eso está basado en Gálatas capítulo 5:22-23 que habla del fruto del espíritu.
El fruto del espíritu se manifiesta de nueve formas, pero las primeras son:
- El amor
- El gozo
- La paz
- La paciencia
Pero miren: ahí están el amor y el gozo.
Así que si te sirve, ponte un recordatorio en tu teléfono, dos, tres, cuatro veces al día, yo lo hago cuatro veces al día y me recuerdo que debo ser amoroso, debo de ser amable, debo disfrutar la vida y debo ser congruente con quien digo que soy, debo tener integridad.