JUNTOS CONSERVAMOS ENERGÍA
Parte III
Hemos estado aprendiendo que hacer para despojarnos de todo peso que nos impide correr en la vida, el peso de los problemas, de las preocupaciones que nos desgastan y nos roban energía. Ya hablamos de tres cosas y hoy hablaremos de otras dos.
¿Cómo nos despojamos de ese peso?
1. Poner los ojos en Jesús para no desmayar.
Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de Él procede nuestra fe y Él es quien la perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin hacer caso de lo vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y se sentó a la derecha del trono de Dios. (Hebreos 12:2-3 DHH)
Jesús nunca pecó, Él no se merecía lo que sufrió, nosotros sí. A veces pasamos situaciones difíciles porque quizás hemos sembrado injusticia. Los problemas van a hacer que queramos tirar la toalla, y si uno no se cuida podemos desmayar y vamos a querer renunciar.
¿Nos podemos cansar en los problemas? Si, somos humanos, a veces no vamos a querer ver a nadie, pero la Biblia nos dice que nos podemos cansar, pero no debemos desmayar. Por eso, es importante que pongamos nuestros ojos en Jesús y no en los problemas, porque Él es más grande que todos los problemas y Él nos puede dar paz aun en medio de ellos, y prometió que estaría con nosotros hasta el fin del mundo.
5. No deje de congregarse. Porque juntos es más fácil pasar los problemas. Al congregarnos y pertenecer a una familia espiritual nos ayuda para animarnos y orar unos por otros.
Piénsalo:
¿Qué te ayudó en el pasado a superar un problema?
¿Tienes tus ojos puestos en Jesús o en los problemas? ¿Te estás congregando?