PRIMERO EN EL CORAZÓN Y LUEGO EN LA MENTE
…que todas mis palabras penetren primero en lo profundo de tu corazón. Escúchalas atentamente para tu propio bien. (Ezequiel 3:10 NTV)
Cuando “aprendemos” algo solo en nuestro cerebro, no necesariamente lo creemos, ni tampoco lo practicamos. El conocimiento superficial no necesariamente nos lleva a cambiar nuestra conducta.
Por ejemplo, muchas personas saben que los mandamientos de Dios dicen que no debemos adulterar, robar, mentir, etc. más, sin embargo, roban y mienten de manera regular. ¿Por qué? Porque ese conocimiento está sólo en su mente, pero no en su corazón.
Pero, cuando aprendemos algo y lo ponemos en el corazón, entonces se nos forma una convicción y nace en nosotros una pasión por obedecer y practicar lo aprendido.
…que todas mis palabras penetren primero en lo profundo de tu corazón. Escúchalas atentamente para tu propio bien. (Ezequiel 3:10 NTV)
- Nada se considera aprendido, hasta que es practicado. No se aprende la Biblia, hasta que practicamos lo que dice la Biblia.
- Esto resulta en nuestro bien.
Escúchalas atentamente para tu propio bien. (Ezequiel 3:10 NTV)
- 3. Por eso nos conviene amar a Dios con todo nuestro corazón.
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. (Mat. 22:37 NTV)
…que todas mis palabras penetren primero en lo profundo de tu corazón. Escúchalas atentamente para tu propio bien. (Ezequiel 3:10 NTV)
Piénsalo:
¿Lees la Biblia de manera que penetre en lo profundo de tu corazón o sólo la lees superficialmente?
¿Crees que la Palabra de Dios está en tu corazón o sólo en tu mente?
¿Qué parte de los mandamientos de Dios te hace falta practicar?