Beneficios del quebrantamiento

BENEFICIOS DEL QUEBRANTAMIENTO

Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó. Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de que me llamen tu hijo”. (Lucas 15:20 NTV)

El quebrantamiento y la obediencia nos lleva a un lugar muy especial dentro de los planes de Dios. Cuando nosotros somos quebrantados es porque Dios quiere pulir y sacar lo mejor de nosotros. Si el quebrantamiento es grande lo que debes de tomar en cuenta que más grande es el llamamiento para tu vida.

Nos hace recapacitar. El hijo prodigo cuando cayó en lo más bajo, se acordó lo que había dejado en la casa de su padre y volvió en sí y regresó a la casa de su padre queriendo ser como un jornalero, y el padre al verlo de lejos corrió a abrazarlo, le puso un anillo de pertenencia y lo vistió con vestiduras reales. No lo desechó ni lo envió a trabajar como jornalero, sino que se alegró, le hizo una fiesta y celebró el regreso del hijo que se le había perdido.

El joven llegó a tener tanta hambre que hasta las algarrobas con las que alimentaba a los cerdos le parecían buenas para comer, pero nadie le dio nada. (Lucas 15:17 NTV)

Dios  nos oye desde los cielos, perdona nuestros pecados, y sana nuestro corazón. (2º Cró.7:14) En el ejemplo del hijo pródigo, podemos ver como el joven reconoció su pecado, oró al Padre, pidió perdón, y no volvió a sus malos hábitos. El verdadero arrepentimiento es algo más que palabras, es un cambio de conducta y de dirección.

Seremos exaltados (Filip. 2:5-11) El Señor Jesús se humilló a sí mismo y obedeció a Dios hasta la muerte: y murió clavado en una cruz. En esos tiempos, era lo más humillante que había, pero lo hizo sin quejarse. Por eso, Dios le otorgó el más alto privilegio, le dio el más importante de todos los nombres, para que ante Él se arrodillen todos los que están en el cielo, los que están en la tierra, y los que están debajo de la tierra, para que reconozcan que Jesucristo es el Señor.  Jesús nos enseña que si queremos ser exaltados lo primero que tenemos que hacer es ser humillados. 

Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó. Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de que me llamen tu hijo”. (Lucas 15:20 NTV)

Piénsalo:

¿Qué beneficios viste en tu vida al ser quebrantado?
¿Has sido humilde ante Dios en el quebrantamiento?
¿Qué crees que Dios quiere hacer en tu vida a través del quebrantamiento?