EN LA RIQUEZA NO TE OLVIDES DE DIOS
Dios te ha puesto en una buena tierra, por tanto, alábalo, dale gracias, reconoce que todo viene de Él, que estás en una tierra bendecida gracias a Él.
No te olvides de que Él fue el que te rescató, que Él fue el que restauró tu matrimonio, que Él te ha prosperado en tu negocio, que Él es quien te da favor en tu trabajo, quien te ha guardado, y ha dado salud a ti y a tus hijos, etc.
Que nunca se te ocurra pensar que has conseguido todo lo que tienes con tus propias fuerzas y energías. Todo lo que somos es porque Dios nos ha hecho, lo que tenemos, Dios nos lo ha dado. Nos te olvides de Él. Es cuestión del corazón.
Acuérdate del Señor tu Dios, Él es quien te da las fuerzas para obtener riquezas. (no sólo se trata de dinero) Las verdaderas riquezas no las puede comprar el dinero: Tu familia, familia en Cristo, tu salud, paz, gozo, tus amigos, etc. ¡Todo viene de Él!
No dejes de poner a Dios primero y darle gracias por todas sus bendiciones, no te olvides de Él.
Acuérdate del Señor tu Dios. Él es quien te da las fuerzas para obtener riquezas. (Deuteronomio 8:18 NTV)
Piénsalo:
¿Qué bendiciones Dios te ha dado?
¿Dios es lo primero en tu vida?
¿De qué manera le agradeces a Dios por todo lo que ha hecho en tu vida?
¿Cuáles son tus verdaderas riquezas?