Juntos en los tiempos de tristeza II

JUNTOS EN LOS TIEMPOS DE TRISTEZA
Parte 2

«Escuchen con atención lo que digo; es una forma de consolarme. Ténganme paciencia y déjenme hablar. (Job 21:2-3 NTV)

A Job sus amigos le estaban queriendo dar consejos, cuando lo que debieron haber hecho era orar por él.

Una forma de consolar a alguien en medio de sus problemas es escuchándolo, tenerle paciencia y dejarlo hablar. Necesitan saber que alguien comprende su dolor.

Los consejos pueden sentirse tediosos o pesados para alguien en esos momentos de dolor. Podemos ayudarles mejor dándoles tiempo, escuchándolos, simplemente dar nuestra compañía y que sepan que no están solos.

3 cosas suceden cuando hacemos eso:

1. Comprensión.

2.Clarificación. Al escribir o hablar las ideas se pueden poner claras.

3. Motivación y propósito. Al recibir consuelo, se recibe motivación para seguir adelante.

… (Jesús) Se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan y comenzó a afligirse y angustiarse profundamente.  Les dijo: «Mi alma está destrozada de tanta tristeza, hasta el punto de la muerte. Quédense aquí y velen conmigo». (Marcos 14:32-34 NTV)

Jesús de alguna manera les quiso decir: “quédense conmigo, me siento triste, ya sé lo que me viene adelante, sé que ustedes van a correr cuando vean el peligro. Aunque vine a ayudar a la gente, la misma gente me va a crucificar”. Él les dijo: “el saber que están conmigo me va a hacer sentir comprendido, me clarificará mis pensamientos y me motivará para seguir adelante en mi propósito”.

No necesitas que todos te comprendan, sólo necesitas que unos cuantos amigos oren por ti y estén contigo. En los problemas necesitamos al Señor y a unos cuantos amigos. Unos pocos amigos estaban orando por Jesús, y aunque se quedaron dormidos, pero no se fueron, estuvieron ahí a su lado. Ahí Jesús renovó sus fuerzas para cumplir su Propósito y estar listo cuando llegó el que lo traicionó para entregarlo.

Cuando volvió a ellos por tercera vez, les dijo: «Adelante, duerman, descansen; pero no, la hora ha llegado. El Hijo del Hombre es traicionado y entregado en manos de pecadores. Levántense, vamos. ¡Miren, el que me traiciona ya está aquí!». (Marcos 14:41-42 NTV)

Piénsalo:

¿Quiénes son esos pocos amigos que te motivan a seguir?
¿Tienes algún amigo que necesite consuelo, a quién pudieras acompañar y escuchar?
¿Cuál es tu propósito por el cual necesitas seguir esforzándote?