JUNTOS EN LOS TIEMPOS DE TRISTEZA
Parte 2
A Job sus amigos le estaban queriendo dar consejos, cuando lo que debieron haber hecho era orar por él.
Una forma de consolar a alguien en medio de sus problemas es escuchándolo, tenerle paciencia y dejarlo hablar. Necesitan saber que alguien comprende su dolor.
Los consejos pueden sentirse tediosos o pesados para alguien en esos momentos de dolor. Podemos ayudarles mejor dándoles tiempo, escuchándolos, simplemente dar nuestra compañía y que sepan que no están solos.
3 cosas suceden cuando hacemos eso:
1. Comprensión.
2.Clarificación. Al escribir o hablar las ideas se pueden poner claras.
3. Motivación y propósito. Al recibir consuelo, se recibe motivación para seguir adelante.
Jesús de alguna manera les quiso decir: “quédense conmigo, me siento triste, ya sé lo que me viene adelante, sé que ustedes van a correr cuando vean el peligro. Aunque vine a ayudar a la gente, la misma gente me va a crucificar”. Él les dijo: “el saber que están conmigo me va a hacer sentir comprendido, me clarificará mis pensamientos y me motivará para seguir adelante en mi propósito”.
No necesitas que todos te comprendan, sólo necesitas que unos cuantos amigos oren por ti y estén contigo. En los problemas necesitamos al Señor y a unos cuantos amigos. Unos pocos amigos estaban orando por Jesús, y aunque se quedaron dormidos, pero no se fueron, estuvieron ahí a su lado. Ahí Jesús renovó sus fuerzas para cumplir su Propósito y estar listo cuando llegó el que lo traicionó para entregarlo.
Piénsalo:
¿Quiénes son esos pocos amigos que te motivan a seguir?
¿Tienes algún amigo que necesite consuelo, a quién pudieras acompañar y escuchar?
¿Cuál es tu propósito por el cual necesitas seguir esforzándote?