MIRA BIEN DONDE PONES TU CONFIANZA
Tu valor y tu seguridad reposa en algo que nadie te puede arrebatar.
Puedes perder un amigo, perder un empleo, las riquezas pueden volar en un instante, un cónyuge te puede traicionar; sólo hay algo que nadie te puede quitar ni lo puedes perder: El amor de Dios por ti. No puedes hacer nada para obligar a Dios a que te deje de amar.
Por eso, pon tu confianza en Dios, no en lo que puedes perder en cualquier momento.
Si pones tu confianza en Dios, Él te guardará en perfecta paz.
Piénsalo:
¿En quién o qué has puesto tu confianza o seguridad?
¿Te ha fallado o has perdido algo o alguien en quien confiabas?
¿Tienes falta de paz?