OBSTÁCULOS DE LA ORACIÓN
Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz. (Santiago 5:16 NVI)
De acuerdo con el versículo que leímos anteriormente, el Apóstol Santiago habla de la oración que es eficaz. Eso nos hace pensar que también hay oraciones ineficaces, es decir, oraciones que no producen ningún resultado. ¿Por qué pasa esto? Es que en la vida de las personas hay circunstancias que impiden el fluir de la oración. Algunos de estos obstáculos son:
1.- La duda.
…pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. (Santiago 1:6 NVI)
Dudar es no creer en algo o alguien. Tratándose de la oración, a veces pedimos a Dios por la solución de algo, pero estamos tan preocupados o afligidos que no creemos que sea posible su arreglo.
Esta actitud bloquea la oración. Decimos indirectamente que el problema es aún mayor que el poder de Dios. Si tienes alguna necesidad, cree con todo tu corazón que Dios te puede dar la respuesta: una sanidad, un trabajo, sabiduría, dirección, fuerza, etc.
2.- Piden y no reciben; porque piden mal, para gastarlo en sus placeres. (Sant. 4:3 RVA-2015)
¿Es posible que en nuestra oración podamos pedir mal? Sí. Este obstáculo tiene que ver con el propósito o las intenciones de nuestra oración. Quizá lo que estamos pidiendo no está alineado con la voluntad de Dios o con Su Palabra y por eso no recibimos.
Piénsalo:
¿Ha sido más grande tu preocupación por una situación que tu fe?
¿Lo qué le estás pidiendo a Dios está alineado a la voluntad de Dios?
¿Qué Promesa de Dios sustenta tu petición?