TODO TIENE SU TIEMPO
Eclesiastés 3.1 dice que todo tiene su tiempo, hay tiempo para todo y uno de esos momentos o tiempos, es el tiempo de descansar.
Es necesario que paremos a veces para recolectar nuestros pensamientos, nuestras ideas, nuestras metas, para reevaluarnos: ¿Qué hemos logrado? ¿Qué no hemos alcanzado?
Y aquellos que sí hemos logrado ¿Cómo lo hemos hecho? ¿Nos hemos llevado a personas en el camino? ¿Hemos semidestruído la familia por alcanzar algún logro profesional, ministerial o económico?
Bueno, todo tiene su tiempo y hay que tomar a veces estos momentos de quietud para evaluarnos un poquito en nuestra vida espiritual, familiar, social y financiera.
Y una vez más, de aquellas cosas que hemos logrado: ¿Cómo lo hemos hecho? ¿Cuáles han sido nuestras motivaciones?
Porque Jeremías 17:9 dice que engañoso es el corazón más que todas las cosas. ¿Quién lo conocerá?
A veces hacemos las cosas por competencia, por envidia, porque no me quiero quedar atrás de un familiar, de un vecino o de algún compañero.
¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Qué nos lleva, que nos motiva a hacer cosas, aún buenas pero con las motivaciones equivocadas? ¿O lo he hecho correctamente?
Bueno, todo tiene su tiempo, creo que el consejo del día de hoy o lo que estoy yo mismo pensando para mí es: recolectar mis metas, mis motivaciones, mis ideas. ¿Cómo lo he logrado? ¿A donde voy? ¿Estoy cumpliedo con el propósito de Dios en mi vida?
Tomemos tiempo, no solamente cuando salgamos a un lugar tan bello como este, pero también tomemos tiempo todos los días para tener una cita con Dios y hacernos este tipo de preguntas, cada día, aunque sea un poquito más cortito, pero cada día tome un tiempo con Dios.
Todo tiene su tiempo y también es tiempo de descansar y de meditar.