VIVE CON PROPÓSITO
¿Qué pensarías de un bateador borracho que después de pegarle a la pelota corre hacia la salida del campo en lugar de correr a la primera base? ¿Qué si el avión en el que viajas decide despegar en cualquier dirección, sin un destino claro, sino según el humor del piloto en ese día?
Mucha gente así se levanta cada mañana. Sin propósito claro, sin metas claras, dispuestos a “disfrutar” el día según lo que traiga la vida.
¿Podría un boxeador ser campeón si sube al ring sólo tirando golpes al aire, en todas direcciones, o hacia el público? La batalla de la vida no se puede ganar tirando golpes locos al aire.
El Apóstol Pablo fue más intencional y nos da una clave de cómo debemos vivir.
No naciste por accidente. Naciste con un propósito grande de parte de Dios.
Piénsalo:
¿Estás viviendo con propósito?
¿Qué necesitas hacer y has estado posponiendo?
¿Cuál es la próxima clase que necesitas tomar?
¿Qué mal hábito necesitas cambiar urgentemente?