TÚ ESCOGES RECORDAR LO BUENO
Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. (Filipenses 1:3 NVI)
¿Qué es lo que recuerdas cuando piensas en ciertos lugares o ciertas personas?
Tener memorias dolorosas o recuerdos felices es una opción. Tú decides qué es lo que quieres pensar.
Filipos era una ciudad donde Pablo había sufrido mucho y en donde se le había tratado muy mal, al punto que fue metido a la cárcel injustamente. (Ver Hechos 16).
Pero cuando recordaba a los Filipenses en sus oraciones, no estaba trayendo a la memoria sus humillaciones, sino daba gracias a Dios por las cosas buenas que también había experimentado.
Cuando tú lees todo el libro de Filipenses observas que hubo personas que lo humillaron, pero también otras personas que le ayudaron, y estas son las que él prefiere recordar y por las cuales da gracias a Dios en sus oraciones.
Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. (Filipenses 1:3 NVI)
Tú no puedes cambiar lo desagradable que te sucedió, pero si puedes cambiar lo que decides pensar. Lo malo que ya te pasó no es una opción, pero decirle a tu cerebro en qué quieres pensar sí es tu elección. ¡Tú decides!
Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. (Filipenses 1:3 NVI)
Piénsalo:
¿Qué es lo que más sueles recordar, momentos dolorosos o recuerdos felices?
¿Qué necesitas dejar de recordar?
¿Qué deseas comenzar a recordar?