SOY PACIENTE PORQUE DIOS HA SIDO PACIENTE CONMIGO
Como hijos de Dios que somos, no debiéramos ser intolerantes con los demás, ni andar con falta de perdón, ni tratar a otros de una manera áspera, o tener actitud de arrogancia, ni ser fríos o indiferentes con las necesidades de otros; porque se supone que tenemos el amor de Dios y Su Espíritu Santo en nuestro corazón.
¿Cómo ha sido Dios con nosotros? En otras palabras, sé paciente porque Dios ha sido paciente contigo.
Perdona porque Dios te ha perdonado en el pasado y porque necesitarás perdón en el futuro.
Piénsalo:
¿Cómo ha sido Dios contigo?
¿Qué tipo de actitud tienes con los demás?
¿A quién tienes que perdonar?