El ciclo de la amargura

EL CICLO DE LA AMARGURA

Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos. (Hebreos 12:15 NTV)

Todos hemos estado expuestos a situaciones que nos han causado amargura.

El ciclo de la amargura:

  1. Comienza con un abuso, fracaso o una pérdida,
  2. Se convierte en una ofensa.
  3. Si no perdonamos se convierte en enojo e ira.
  4. La ira da lugar al resentimiento.
  5. El resentimiento se convierte en una raíz de amargura y es cuando viene la opresión demoníaca.
  6. Provoca deseos de venganza consciente o inconsciente, depresión crónica, etc.

La amargura va creciendo y desarrollándose con las decepciones y desilusiones que ocurren desde la niñez, la juventud y en la edad adulta. Ejemplo: La violencia doméstica, el alcoholismo, la separación de los padres, etc.

Desde chiquitos se comienza a desarrollar esa raíz de amargura y si no nos cuidamos crecen esas raíces de amargura hasta convertirse como un árbol. Los árboles dan fruto, y tu casa y mi casa están llenas de ese fruto, la pregunta es ¿Qué tipo de árbol eres?

Por eso, es importante no dejar que una ofensa se convierta en amargura, mantengamos nuestro corazón sano perdonando a los que nos han dañado.

Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos. (Hebreos 12:15 NTV)

Piénsalo:

¿Qué tipo de árbol tienen tus hijos como padre?
¿Qué tipo de árbol eres como esposo (a)?
¿Qué tipo de fruto estás dando?