OBSESIONADO
EMPEÑADO EN CUMPLIR EL PROPÓSITO DE DIOS
Tengo una obsesión por hacer la voluntad de Dios. Quiero cumplir el propósito por el cual Él me trajo a este mundo.
Cuando oramos la oración del Padre Nuestro, repetimos una y otra vez estas poderosas palabras:
… que se cumpla tu voluntad en la Tierra como en el cielo.
Pero ¿realmente estamos haciendo lo que oramos?
En el cielo hay completa paz porque se hace su voluntad.
En la tierra hay un desastre porque la gente ignora los deseos de Dios, pero viviríamos muchísimo mejor si todos tuviéramos una fuerte determinación de hacer Su voluntad.
Nos evitaríamos tantos dolores de cabeza y viviríamos mucho mejor.
Las familias no serían destruidas, los tribunales y las cárceles no estarían abarrotados, hasta quizás serían innecesarios.
Dios, quiero ser un instrumento en tus manos. Quiero vivir con propósito, quiero cumplir tu propósito en mi vida espiritual, familiar, social y financiera.
“Enséñame a hacer tu voluntad” … (Salmos 143: 10)
Deseo hacer tu voluntad, Dios mío…(Salmos 40:8 NVI)
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado … (Salmos 40: 8 RV60)
Piénsalo:
¿Realmente quisieras hacer la voluntad de Dios?
¿Qué crees que cambiaría en tu vida haciendo la voluntad de Dios?
¿Has ignorado los deseos de Dios?
¿Podrías decirle a Dios: “Enséñame a hacer tu voluntad”?