Cuando sufrimos sin tener culpa

CUANDO SUFRIMOS SIN TENER CULPA

¿Qué he hecho? —exclamó—. ¿Cuál es mi delito? ¿Cómo ofendí a tu padre para que esté tan decidido a matarme? (1 Samuel 20:1 NTV)

A veces sentimos que somos atacados o que sufrimos injustamente.

En ocasiones pagamos las consecuencias de los errores de otros y nos dan ganas de gritar y preguntar “¿Qué hice yo para merecer esto?”.

“—¿Qué he hecho? —exclamó—. ¿Cuál es mi delito?” (1 Samuel 20:1b NTV)

Al rey David le pasaba lo mismo pero nunca perdió su fe, siempre estuvo seguro en que Dios era su cimiento.

1. Estos son los momentos que tenemos que aferrarnos a nuestras CONVICCIONES y no a nuestras EMOCIONES.

2. Debo recordar que mi CONFIANZA está totalmente en Dios.
Yo confío en la protección del SEÑOR. Así que, ¿Por qué me dicen:«¡Vuela como un ave a las montañas para ponerte a salvo! Salmos 11:1 NTV)

3. Debo recordar que la venganza le pertenece al Señor y descansar en la JUSTICIA Dios.

El SEÑOR examina tanto a los justos como a los malvados y aborrece a los que aman la violencia. Hará llover carbones encendidos y azufre ardiente sobre los malvados, y los castigará con vientos abrasadores. Pues el SEÑOR es justo y ama la justicia;los íntegros verán su rostro. (Salmos 11:5-7 NTV)

Piénsalo:

¿Cómo has reaccionado cuando te atacan injustamente?
¿Has dejado que esto desestabilice tus emociones o te has mantenido firme en tus convicciones?
¿Has dejado que Dios sea el que haga justicia o te has querido vengar?