EL SEÑOR SE RETRACTÓ
En mi visión las langostas se comieron todo lo verde que se veía.
Entonces dije: —Oh SEÑOR Soberano, por favor, perdónanos o no sobreviviremos, porque Israel es tan pequeño. Así que el SEÑOR se retractó de ese plan y dijo: —No lo haré. (Amos 7:2-3 NTV)
Entonces dije: —Oh SEÑOR Soberano, por favor, perdónanos o no sobreviviremos, porque Israel es tan pequeño. Así que el SEÑOR se retractó de ese plan y dijo: —No lo haré. (Amos 7:2-3 NTV)
Estos meses he visto una plaga en el mundo, que no es de langostas; sino de coronavirus.
Dios no causó la plaga, sólo la permitió por causa de nuestros corazones rebeldes.
Yo sé, que si la humanidad nos arrepentimos de nuestros malos caminos y volvemos a Dios, entonces Él intervendrá de manera sobrenatural para que esta plaga no destruya más.
Entonces dije: —Oh SEÑOR Soberano, por favor, perdónanos o no sobreviviremos, porque Israel es tan pequeño. Así que el SEÑOR se retractó de ese plan y dijo:
—No lo haré. (Amos 7:2-3 NTV)
—No lo haré. (Amos 7:2-3 NTV)
Piénsalo:
¿Cómo ha estado tu corazón con Dios, rebelde o dócil?
¿De qué cosas tienes que pedirle perdón a Dios y arrepentirte?
¿Has vuelto tu corazón a Dios?