NO PENSEMOS COMO LOS DEMÁS
Debemos ser una voz diferente.
No debemos pensar como algunas personas negativas y pesimistas, porque entonces nos enfermaremos mental y emocionalmente.
La gente enferma emocionalmente convierte las marchas pacíficas en ocasión de disturbios, robos y destrucción.
No debemos aterrorizarnos por lo que estamos viendo en la actualidad, más bien debemos ver una oportunidad para que la gente vuelva a Dios
¡Seamos una voz diferente!
La oscuridad es sólo la ausencia de la luz; seamos luz en este mundo.
El odio es sólo la ausencia del amor; traigamos el amor de Dios a esta tierra.
El terror y el miedo es sólo la ausencia de la paz; prediquemos al príncipe de paz, a Jesucristo, en nuestra ciudad.
¡No pensemos como los demás y seamos una voz diferente!
Piénsalo:
¿Estás siendo una voz diferente?
¿Te ha afectado todo lo que está pasando o lo ves como una oportunidad para compartir el amor de Dios?
¿Has tenido paz en tus pensamientos o has pensado como los demás?