¿QUÉ MÁS PODRÍA HACER?
No te sientas culpable de quienes no quieren tener éxito.
Alguna vez alguien te ha decepcionado y te has preguntado algo parecido a esto: ¿Qué más puedo hacer por este “cabeza dura”?
Hay muchas personas a quienes Dinora y yo hemos tratado de ayudar, algunos han aprovechado nuestra disposición, pero otros no.
Hay miles de personas a quienes les hemos dado los mismos recursos, tiempo, dinero, oración, discipulado, oportunidades; pero, no todos lo han valorado.
Algunos han crecido y tienen cierto nivel de éxito en el matrimonio, en sus finanzas, en sus estudios y en sus ministerios; pero otros volvieron a su vida de fracaso, al adulterio, a las adicciones y a la mediocridad.
Los padres a veces tendrán algunos hijos sabios, pero, otros serán necios y rebeldes.
A veces nos preguntamos ¿Qué hice mal? ¿Qué más pude haber hecho?
No nos sintamos culpables por los que no quieren ser sabios y tener éxito.
Hasta Dios tuvo la misma experiencia con su pueblo y se preguntaba esto:
Señor ayúdame a descansar en ti, recordando que no soy Dios, que nosotros sólo sembramos y regamos, pero que eres tú, oh Dios, quien das el crecimiento.
Piénsalo:
¿Te habías sentido culpable por alguien que no quiere cambiar?
¿Hasta dónde crees que es tu parte hacer por alguien?
¿Qué personas si han valorado tu tiempo invertido en ellos?