HASTA QUE YA NO SE PODÍA HACER NADA
…Se burlaron con desprecio de los profetas hasta que el enojo del SEÑOR no pudo ser contenido y ya no se podía hacer nada. (2 Crónicas 36:16b NTV)
Muchas veces Dios nos está advirtiendo de las consecuencias que tendríamos los seres humanos si continuamos ciertas conductas, pero lo ignoramos.
Cuando insistimos en aferrarnos a nuestros malos hábitos llega un punto en que ya no se puede hacer nada.
Nos aferramos a nuestras viejas formas de pensar, debilidades de temperamento, y pensamientos destructivos; hasta llegar al punto donde se pierden familias, empleos, ministerios, privilegios y hasta la unción, como en el caso de Sansón.
Entonces le gritó: «¡Sansón, los filisteos te van a atacar!» Y cuando Sansón despertó, creyó que podría escapar como en otras ocasiones, pero no sabía que el Señor ya se había apartado de Él. (Jueces 16:20 RVC)
Piénsalo:
¿Has ignorado las advertencias de Dios?
¿A qué malos hábitos o formas de pensar te has aferrado?
¿Qué has perdido a causa de eso?