¿CÓMO RECUPERARME CUANDO ME SIENTO ABRUMADO? III
Ayer aprendimos dos cosas prácticas que nos ayudarán a recuperarnos cuando nos sentimos abrumados y hoy aprenderemos tres más:
3.- Hay que reconocer que la vida es un maratón. No es una carrera de cien metros. No puedes hacer todas las cosas al mismo tiempo, pero si lo que te pertenece a ti. No tienes tiempo de hacer todo, pero sí de hacer todo para lo que naciste, de hacer el propósito de Dios para tu vida. Pregúntate ¿Qué es lo que Dios quiere que haga? Y asegúrate de estar haciendo las cuatro prioridades (Dios, familia, trabajo y ministerio). Aprende a decir “No” a cosas que no están dentro de tu responsabilidad.
4.- Disfruta tu viaje del éxito. ¡Diviértete! Hay gente viva pero que ya no están viviendo, sólo están existiendo, no están disfrutando, sólo están renegando de la vida. ¡Tienes que disfrutar la vida de una manera sana! Abandona el perfeccionismo, algunos de nosotros somos muy dados a querer las cosas perfectas y cuando no nos salen bien nos frustramos y eso le roba el gozo a la vida, hay que descansar en el Señor, si te haces perfeccionista no lo vas a disfrutar; no necesitas hacer todo perfecto, sólo da tu mejor.
5.- Supera el desgano. Haz lo que tengas que hacer para mantenerte motivado y energetizado. Nadie puede motivarse por ti, nadie puede irse a dormir temprano para descansar bien por ti, nadie puede apagar el Netflix por ti, nadie puede comer saludable por ti, nadie puede ejercitar por ti. Haz lo que tengas que hacer para que no te gane el desgano. “La disciplina es la habilidad de darte una orden a ti mismo y cumplirla aun cuando no sientas ganas”.
Piénsalo:
¿Estás haciendo lo que te corresponde o estás queriendo hacer de todo?
¿Qué prioridad has estado descuidando?
¿Qué puedes hacer para disfrutar la vida de una manera sana?
¿En qué área necesitas disciplinarte para superar el desgano?