LA FUENTE Y EL ORDEN DEL AMOR
1. Veamos con cuidado quién hace crecer el amor: ¡Es Dios!
A veces tratamos de forzar el amor entre las personas, como líderes motivamos a que se amen unos a otros, pero nosotros como líderes no podemos obligar a que las personas se amen unos a otros. ¡Esto lo hace Dios!
2. Veamos el orden.
El orden es amarnos primero unos a otros en nuestro círculo cercano, segundo a “toda la gente”.
En otras palabras, primero que haya amor en nuestro hogar, luego en la familia espiritual (la iglesia), luego hacia la comunidad, y a todas las almas que todavía no están en la iglesia y que no son salvas.
Cuando la gente vea que nos amamos unos a otros, entonces verán algo diferente y se acercarán. Verán que somos hijos de Dios y querrán participar del mismo amor.
Piénsalo:
¿De qué manera te ha puesto Dios amor por los demás?
¿Qué te ha llevado a hacer ese amor por otros?
¿Te han buscado personas por tener ese amor por toda la gente?